En la tarde de hoy se estrenaron en la cita mundialista los campeones del mundo, Italia con un empate con la complicada selección de Paraguay en un partido que en líneas generales estuvo muy parejo y caracterizado por la estrategia de ambos equipo, que tienen el mismo estilo de juego.
Italia fue la que propuso el partido una vez iniciado el encuentro. Los italianos dominaron a los paraguayos haciendo una presión constante que hacía que los paraguayos no lograran mantener el balón y lo perdieran con facilidad. A los paraguas les costaba superar la línea central.
Paraguay no contaba con un jugador que hiciera la pausa, y organizara el mediocampo, y por tal razón los balones la mayor parte de las veces iban a dar a los pies de los italianos. Pero en una jugada a balón parado encontraron el gol de la ventaja, cuando más atacaban los azurris. Al minuto 39, Alcaráz puso el 1-0 con un cabezazo entre los defensas italianos.
Después del gol, el juego se emparejo ya que los paraguayos ganaron confianza y luego de esto se vio a una Italia desconcertada.
El segundo tiempo se mantuvo casi todo el cómo término el primero hasta antes que cayera el empate italiano. Paraguay controlaba con orden el partido con una defensa bien plantada en la cancha. Los italianos por su lado aumentaban en desesperación lo que era evidente en todos los jugadores.
Lippi, que tuvo que dar entrada al meta del Cagliari, en lugar de Buffon, aquejado de una dolencia en el nervio ciático, tiró de otro superviviente de Alemania para intentar enmendar la situación. Mauro Camoranesi saltó al campo. Italia acentuó su presión. No fue, sin embargo, una acción de talento lo que le sacó del apuro, sino un error del meta del Valladolid Justo Villar en la salida de un córner, que propició el cabezazo de Danielle de Rossi en el área pequeña.
El duelo se abrió. Pero Italia recuperó la compostura. Cercó a Paraguay, lastrada por el esfuerzo y tocada por el mazazo. Martino tiró de Jonathan Santana para dotar de oxígeno a la medular. Después alteró su ataque. Roque Santa Cruz y Oscar Cardozo, entre algodones durante el inicio de la concentración, asumieron el ataque. Aunque apenas contaron con protagonismo.
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