En un partido que resulto más difícil de lo esperado, Brasil obtuvo su primera victoria en Sudáfrica, con un ajustado 2-1 frente a Corea del Norte. El juego de amplio dominio de los brasileños solo empezó a dilucidarse para los pentacampeones del mundo a los 55’ de tiempo corrido con un gol de Maicon.
El equipo de Corea del Norte planteo un juego defensivo al mejor estilo del catenaccio italiano, llegando a poner nerviosos a los jugadores brasileños y a todos sus seguidores, al no lograr abrir el cerrojo norcoreano en los primeros 45 minutos.
Kim Jong Hun levantó una muralla conformada por cinco defensores en el fondo y cuatro en la mitad que hizo ver inofensivo a Kaká, por lo que tuvo que ser sustituido en el segundo tiempo por Nilmar. Con un juego solidario y pocos centímetros entre uno y otro, los de rojo no tuvieron problemas en neutralizar la ofensiva de la canarinha en el primer tiempo.
Tras el intermedio, Corea del Norte cometió el error de retrasar sus líneas y provocó que Brasil lo tuviera mucho más fácil que en la primera mitad y se hiciera con el control total del esférico, del juego y de las ocasiones. Con estas variaciones, tan sólo tardó diez minutos para que los brasileños anotaran su primer gol en el Mundial. El asedio al que se vio sometido Guk desde la reanudación acabó con un gol del lateral Maicon, que sorprendió al portero rival con un tiro a puerta cuando todos esperaban el pase atrás.
El gol de Maicon dio paso a la tranquilidad en el juego de Brasil, que comenzó a mostrar su habitual juego lleno de velocidad y que comenzó también a gozar de ocasiones claras para aumentar su ventaja en el marcador. La más clara llego por intermedio de Luis Fabiano tras una magnifica combinación entre Kaká y Robinho.
A falta de veinte minutos para terminar el partido, Elano puso el 2-0 tras un pase filtrado de calidad de Robinho que supero a toda la defensa norcoreana. El partido de la paciencia, ahora parecía fácil para los de Dunga, a pesar de la intrascendencia de Kaká y Luis Fabiano. El pase del ex madridista lo recogió Elano para cruzar el balón al palo derecho de la portería asiática, ante la salida de Guk tras ganarle la espalda a la defensa.
A un minuto del fin del tiempo reglamentario el centrocampista Ji Yun Nam, en una espectacular jugada en tres toques que partió de la mitad de la cancha, puso el definitivo 2-1, batiendo a Julio Cesar que había sido un mero espectador durante todo el partido.
El resultado devolvió a los norcoreanos algo del trabajo laborioso que desarrollaron para frenar en seco a los brasileños y dejó con márgenes estrechos el orden en el Grupo G, luego del empate sin goles de Portugal y Costa de Marfil.
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