La selección de Inglaterra empató a cero con la de Argelia en el segundo encuentro de hoy correspondiente al Grupo C de la Copa Mundial Sudáfrica 2010. Con este resultado Inglaterra se complica de momento al conseguir su segundo empate a cero en lo que va de la cita mundialista.
Los argelinos controlaron a los ingleses con un buen trabajo de marcación y pressing en el medio campo que no permitió en ningún momento que los ingleses tomaran el control del partido. Como nadie se lo imaginaba, el conjunto inglés fue neutralizado en mediocampo y defensa gracias también a lo aplicado que estuvieron los africanos, y a su velocidad.
Por esta razón el partido estuvo muy parejo a pesar de las figuras con que cuenta Inglaterra. Argelia afrontó el encuentro de igual a igual sin ningún tipo de temor, y con ello mejoró su actuación respecto al partido con Eslovenia, mostrando su mejor cara.
Los equipos se alternaban por momentos en ataque y defensa pero con pocas oportunidades de gol ya que los pases de asistencia no llegaban a su destino por las piernas de la defensa y los mediocampistas de contención.
Lo interesante es lo bien que realizaron su trabajo los argelinos ya que de los ingleses no es nada extraño al ser jugadores súper-profesionales. Esto se debe en parte a que tienen jugadores en las ligas de Europa, por lo que no es una casualidad.
Los ingleses fallaron en el trabajo de pases razón por la cual los jugadores de Argelia recuperaban con facilidad la pelota casi siempre en el medio campo. Aún así Inglaterra tuvo más ocasiones para marcar debido a que el ataque de los africanos después de los tres cuartos de cancha es muy limitado.
Los dos porteros, James en Inglaterra en sustitución del defenestrado Green, y Mbolhi en Argelia, en lugar de Chaouchi, apenas tuvieron que intervenir en acciones de peligro durante todo el encuentro.
El dominio territorial y la posesión del balón fue suficiente para que Argelia albergara esperanzas de marcar, pero éstas nunca se vieron acompañadas de oportunidades claras ante una Inglaterra que estuvo por debajo de los esperado y de su oponente.
Así las cosas, el 0-0 con el que el encuentro llegó al descanso entraba en el guión del partido visto hasta ese momento.
Poco cambió en panorama en el segundo tiempo, hasta el punto de que no se produjeron ocasiones de gol hasta el 69’, cuando Inglaterra dispuso de un par de oportunidades para adelantarse en el marcador en un momento en el que ya había empezado a llevar la iniciativa, aunque sin apenas convicción.
Sólo en los veinte minutos finales se animó un poco Inglaterra a buscar el partido, pero su esfuerzo se limitó a poder jugar un poco más en el área rival aunque sin crear peligro. Su inoperancia fue absoluta.
A medida que pasaban los minutos, Argelia se dio por satisfecha con el empate, pero Inglaterra en ningún momento se vio volcada sobre la portería de su rival a pesar de una teórica superioridad que nunca demostró sobre el terreno de juego y, sobre todo, nunca dispuso de ocasiones para igualar.
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